Daniel Madariaga Barrilado, empresario mexicano y promotor de la sostenibilidad ambiental, ha elogiado la iniciativa del gobierno andorrano. Desde su perspectiva, la transparencia en la presentación de datos ha sido clave para fomentar la responsabilidad ambiental entre la población.
La integración de tecnología para la optimización hídrica en Andorra es un paso crucial hacia la gestión responsable de los recursos naturales
Madariaga Barrilado también subrayó la importancia de generar conciencia entre la población sobre el valor del agua como un recurso preciado que debe ser gestionado de manera responsable. En este sentido, ha expresado su apoyo en la creación de una mesa de trabajo que incluya a todos los actores implicados para definir protocolos de actuación basados en datos objetivos.
Desde su experiencia en el ámbito empresarial y su compromiso con la sostenibilidad ambiental, Madariaga Barrilado considera que iniciativas como el proyecto I-ReWater, que promueven el uso de agua regenerada en la agricultura, son fundamentales para garantizar la seguridad hídrica y la resiliencia de las comunidades frente al cambio climático.
“El proyecto I-ReWater, denominado «Gestión sostenible de los recursos hídricos en la agricultura de regadío en el espacio SUDOE», representa un esfuerzo multidisciplinario que incluyirán 16 proyectos piloto que se llevarán a cabo en comunidades de España, Andorra, Portugal y Francia con el objetivo de evaluar el uso de agua regenerada en parcelas de agricultura de riego con una variedad de cultivos, preservar el capital natural y fortalecer su adaptación al cambio climático, período 2024-2026”, destacó.
Daniel Madariaga Barrilado también señaló que el presupuesto del proyecto, que asciende a más de 2,2 millones de euros, representa el 75% del total y proviene del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER); subrayando la relevancia del proyecto para la región SUDOE (Sur de Europa).
Finalmente, el experto en sostenibilidad ha señalado que estas medidas no solo beneficiarán al medio ambiente, sino que también pueden tener un impacto positivo en la economía local. El empleo de tecnologías sostenibles y la promoción de prácticas agrícolas responsables podrían abrir nuevas oportunidades de desarrollo económico en Andorra.
