Las disputas comerciales entre China y Estados Unidos, así como las guerras entre Ucrania y Rusia e Israel con Palestina han reconfigurado el mapa comercial global. Este escenario convierte a América Latina en una región clave para el mercado de materias primas, aseguró Roberto Guzmán García, especialista en commodities y inversión.
México, Chile, Bolivia y Perú son algunos ejemplos de la ventaja competitiva de la región por sus reservas de minerales estratégicos como el cobre o el litio, así como hidrocarburos como el gas natural.
“La abundancia de recursos es una fortaleza, pero depender de ellos puede convertirse en un problema si no se gestionan adecuadamente”, asegura Guzmán García.
La volatilidad de precios, los conflictos comerciales y la dependencia de un solo socio son factores que deben analizarse con detenimiento. China, en particular, juega un rol determinante como principal socio comercial de Brasil, Perú y Chile.
“Cualquier cambio en su política de importación o en su crecimiento económico podría tener un impacto directo en la región si no existen alternativas de socios comerciales”, señala Roberto Guzmán García.
Por ejemplo, en 2024, las exportaciones de México a países asiáticos de minerales y concentrados de cobre representaron 3 mil 125 millones de dólares. Este diversificación permite que el comercio de nuestro país ayude a sobrellevar la política arancelaria de Donald Trump.
Ampliar alianzas comerciales
El informe “El estado de la dependencia de las materias primas 2025” de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirma que más del 65% de las economías en desarrollo aún dependen críticamente de la exportación de commodities.
Este panorama, según Guzmán García, requiere una respuesta estratégica desde los gobiernos y el sector privado porque el mercado de materias primas no puede ser gestionado a ciegas.
“Es imprescindible entender las particularidades de los commodities, estudiar los riesgos y anticiparse a los cambios”, destaca el especialista.
