En febrero la sonda china Tianwen-1 entrará en órbita de Marte

La primera sonda que China envió a Marte, la Tianwen-1, entrará en la órbita del planeta rojo en febrero tal y como estaba previsto, confirmó la Administración Nacional del Espacio (CNSA).

Tras su lanzamiento el 23 de julio de 2020, el vehículo espacial está ya a 130 millones de kilómetros de distancia de la Tierra y ha de recorrer otros 8,3 millones para alcanzar el planeta rojo, donde está previsto que aterrice -que amartice, en este caso- el próximo mes de mayo.

Tras recorrer más de 400 millones de kilómetros, la sonda china Tianwen-1 se dispone a entrar en la órbita de Marte el mes próximo.

Hasta este domingo había viajado durante 163 días, se encontraba a 130 millones de kilómetros de la Tierra y a unos 8,3 millones de kilómetros de Marte, informa la agencia Xinhua.

Según la CNSA, la sonda está funcionando de manera estable y está programada para reducir su velocidad antes de entrar en la órbita de Marte y prepararse para aterrizar en el Planeta Rojo.

Desde su lanzamiento el pasado 23 de julio, la sonda enviada a Marte ha capturado una imagen que muestra a la Tierra y la Luna, además de tomarse varias fotografías a sí misma. Ha realizado tres correcciones orbitales, una maniobra en el espacio profundo y autocomprobaciones en múltiples cargas útiles.

La sonda Tianwen-1, que pesa unas cinco toneladas, consta de un orbitador, un módulo de aterrizaje y un explorador. Está diseñado para completar la órbita, el aterrizaje y la exploración en una misión.

Después de ingresar a la órbita de Marte, pasará de dos a tres meses examinando posibles sitios de aterrizaje, utilizando una cámara de alta resolución para prepararse para el aterrizaje en mayo.

La parte más desafiante de la misión será el aterrizaje suave, un proceso autónomo de la sonda que durará de siete a ocho minutos. La sonda utilizará su forma aerodinámica, paracaídas y retrocohete para desacelerar y amortiguar las patas para aterrizar.

Después del aterrizaje, el explorador será liberado para realizar exploración científica con una vida útil esperada de al menos 90 días marcianos y el orbitador, diseñado con una vida útil de un año marciano, retransmitirá comunicaciones para el explorador mientras realiza su propia detección científica.

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