Perfeccionamiento para el sistema biométrico de huellas dactilares

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Hace poco la escritora y catedrática mexicana Margo Glantz, dio a conocer que sus huellas nonagenarias se habían borrado, por lo que los bancos no podían atenderla.

Lo que causó cierta curiosidad entre la comunidad debido a que aunque los biométricos brindan accesibilidad y seguridad,  y son cada vez más comunes en teléfonos celulares o aplicaciones, es un problema real si está tecnología llegase a fallar. 

Y aunque puede ser en la mayoría de los casos culpa del sistema que no registra bien a huella, hay otros factores que se salen de nuestro control como es el caso de los los adultos mayores, que con el paso del tiempo van perdiendo las huellas dactilares o  como las personas que padecen de adermatoglifia- una condición genética que evita que las personas tengan huellas dactilares, lo que los deja afuera de estas aplicaciones y sin acceso.

“Hay tres tipos de biométricos que pueden integrarse y que posibilitan la inclusión. Uno de los más populares es el uso de voz, otro el de reconocimiento facial y uno de los que ha cobrado mayor interés es el de huella dactilar. Estos sirven para poder validar que una persona que dice ser quien es pueda verificar esta identidad y también que está vivo”, precisó Santiago Greco, gerente senior del área de consultoría y business hacking de Globant.

Es por esto que los desarrolladores han estado ideando manera en como poder perfeccionar estos errores y poder brindarle a toda lapoblación los biométricos y una de estas soluciones que se han estado planteando es la inclusión de aplicar la voz como un doble factor de identidad, pero este requiere tiempo e información para ser aplicado con éxito.

“La realidad es que la voz es friccionaria. La cara es la que menos sufre y la que más se utiliza en modo biométrico si está bien construida la arquitectura biométrica, pues se puede ir actualizando sin que el usuario se tenga que acercar a algún lugar. La huella depende sí o sí de que una o más veces hayas interactuado con la empresa y enroles las huellas. En cambio en la voz se necesitan entre seis y nueve meses de recolección de datos biométricos de voz para tener un modo neurolïngüístico particular de cada voz”, precisó Greco.

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