El arroz puede crecer y sobrevivir en el regolito marciano con desafíos que pueden superarse mediante el control de genes relacionados con el estrés.
Así lo revela una nueva investigación presentada en la 54 Conferencia de Ciencias Planetarias y Lunares por un equipo de investigadores interdisciplinarios de la Universidad de Arkansas.
Uno de los mayores desafíos para cultivar alimentos en Marte es la presencia de sales de perclorato, que han sido detectados en el suelo del planeta y generalmente se consideran tóxicos para las plantas.
Utilizando suelo rico en basalto extraído del desierto de Mojave, llamado Mojave Mars Simulant (MMS), el equipo pudo simular el suelo marciano que fue desarrollado por científicos de la NASA y el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).
Variedades de arroz
Después, los equipos cultivaron tres variedades de arroz, incluida una de tipo salvaje y dos líneas editadas genéticamente con mutaciones genéticas que les permiten responder mejor al estrés, como la sequía, la falta de azúcar o la salinidad. Estas variedades se cultivaron en el MMS, así como una mezcla regular en maceta y un híbrido de las dos.
Si bien las plantas pudieron crecer en el simulador marciano, no estaban tan desarrolladas como las que crecieron en la mezcla de tierra para macetas e híbridos. Reemplazar solo una cuarta parte del simulador marciano con tierra para macetas resultó en un mejor desarrollo.
El equipo también experimentó con la cantidad de perclorato en el suelo y descubrió que 3 gramos por kilogramo era el umbral más allá del cual nada crecería, mientras que las cepas mutantes aún podían enraizar en 1 gramo por kilogramo.
Sus hallazgos sugieren que podría haber un camino a seguir para que el arroz modificado genéticamente encuentre cabida en suelo marciano.
Fuente: europapress.es
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- silchr69