En medio de la falta de hogares en México, el especialista en vivienda y construcción, José Reynoso González, resaltó el papel de la relocalización de empresas en México, o nearshoring, para impulsar la construcción de viviendas en el país y el desarrollo inmobiliario.
La llegada de estas empresas, según explica el especialista, ha convertido a las zonas industriales y sus inmediaciones en espacios atractivos para comprar o rentar una vivienda por los beneficios que representa para quienes laboran en esos centros de trabajo.
“Las empresas y los trabajadores están dispuestos a adquirir una casa que les facilite su llegada y que lo hagan en el menor tiempo posible para reducir desgaste físico”, señaló José Reynoso González.
De acuerdo con un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los trabajadores mexicanos invierten 71 minutos diarios para trasladarse de sus hogares a sus centros de trabajo sin considerar factores externos como el tráfico o el clima. Este tipo de desplazamientos no solo se traducen en pérdida de tiempo, también en cansancio físico y mental que impacta en la productividad de los empleados.
Sin embargo, el especialista aclara que no solo se trata de construir más viviendas, sino de desarrollar un entorno favorable para que las personas puedan habitar esos espacios sin carecer de servicios como energía eléctrica o agua potable.
“Debe construirse una política integral que garantice el derecho a una vivienda adecuada en regiones con fuerte crecimiento industrial y que permita la generación de empleo a largo plazo”, destacó el especialista en vivienda y construcción.
José Reynoso González observa oportunidades para invertir
Para las personas interesadas en las inversiones en el mercado inmobiliario también representa una oportunidad de crecimiento económico porque les permite desarrollar complejos habitacionales en ciudades con una plusvalía en ascenso como Tijuana, Zapopan o algunas ciudades de Nuevo León, sin desembolsar montos excesivos.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, por cada 1000 metros cuadrados de naves industriales se requieren al menos 20 viviendas para sus trabajadores.
“Las viviendas en las periferias de zonas industriales pueden encontrarse desde 500 mil pesos, un precio accesible comparado a zonas urbanas donde el precio mínimo de un departamento es de 2 millones de pesos”, detalló José Reynoso González.
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