Coincidiendo con su 75º aniversario, la ONU lanzó este año un estudio demoscópico masivo que han descrito como “una conversación global”.
A través de encuestas y reuniones con más de un millón de personas de los 193 países miembros, el objetivo era determinar las esperanzas y miedos de la gente de cara al futuro.
Constituye el más ambicioso esfuerzo hasta la fecha para comprender las expectativas en la cooperación internacional y en la ONU en particular y, según su secretario general, Antonio Guterres, los resultados son “llamativos” y notablemente homogéneos en todo el mundo.
En medio de la pandemia, la prioridad inmediata de la mayoría de los encuestados, según el estudio, es mejorar el acceso a los servicios básicos, como la sanidad o la educación, seguida de la necesidad de mayor solidaridad internacional y un mayor apoyo a los más desfavorecidos.
La crisis climática y la destrucción del medio ambiente son también, según el estudio, “preocupaciones abrumadoras”. El 87% de los encuestados considera que la cooperación global es “vital para afrontar los desafíos actuales”, y el 60% opina que la ONU ha hecho del mundo un lugar mejor.