Fundada en 1860 en Xalapa, Veracruz, Chocolates La Locomotora se ha establecido como un ícono en la industria chocolatera mexicana, destacándose por su compromiso con técnicas artesanales adaptadas al siglo XXI y el uso de ingredientes de la más alta calidad.
Bajo la dirección de Julio César Sosa Lasso, economista enfocado en preservar la tradición y autenticidad de la marca, la empresa busca reinventarse para enfrentar los desafíos de un mercado en constante cambio.
Uno de los principales retos para Sosa Lasso ha sido mantener la esencia de La Locomotora mientras se ajusta a las demandas contemporáneas. Aunque la empresa ha evolucionado, su misión sigue clara: fusionar tradición, sostenibilidad y calidad en cada uno de sus productos.
Sosa Lasso afirma: “Decidimos mantener los procesos artesanales y el mismo sabor a lo largo de los años porque, a pesar de nuestras transformaciones, lo que buscamos es preservar el legado e invitar a las personas a redescubrir el sabor de 1860.”
Este enfoque ha sido clave para que La Locomotora se distinga en un mercado saturado de productos comerciales que, según la empresa, han perdido la esencia del chocolate auténtico: la tradición mexicana.
Oportunidades en un Mercado en Evolución
México, a pesar de ser productor de cacao, tiene un bajo consumo de chocolate en comparación con países europeos. Con un consumo per cápita anual de entre 750 gramos y 1 kilo, Sosa Lasso ve una oportunidad para promover un consumo más consciente y saludable. Chocolates La Locomotora ha optado por evitar conservadores químicos, emplear métodos de producción manuales y utilizar ingredientes 100% nacionales. Este enfoque, que incluye la producción de cacao fino con altos niveles de antioxidantes, ha captado la atención de un público cada vez más exigente.
Sin embargo, el aumento de más del 35% en el precio del cacao en el último año ha incrementado los costos de producción, acercando el chocolate a convertirse en un artículo de lujo. México produce aproximadamente 26 mil toneladas de cacao al año, pero enfrenta una demanda interna de más de 160 mil toneladas, lo que obliga al país a importar cacao de países como Colombia, Ecuador, Ghana y Costa de Marfil. Pocas empresas, como Chocolates La Locomotora, ofrecen chocolate hecho en México con cacao mexicano.
La volatilidad en los precios y el cambio climático también afectan la estabilidad en la producción de cacao en México, representando otro reto significativo para Julio César Sosa Lasso. Para mitigar estos desafíos, La Locomotora ha adoptado prácticas agrícolas orgánicas y adaptativas en colaboración con agricultores nacionales, promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.
Además, la empresa ha renovado su estrategia de comunicación, utilizando las redes sociales para conectar con un público más amplio y reforzar su compromiso con la calidad.

Preservando un Legado Centenario
Sosa Lasso confía en que la combinación de innovación y respeto por la tradición permitirá a Chocolates La Locomotora superar estos desafíos. Su misión es continuar siendo parte de las historias de las familias mexicanas que han transmitido la tradición de generación en generación durante 164 años. A largo plazo, la visión de la empresa es consolidar su posición no solo en México, sino también en mercados internacionales, preservando un legado de más de un siglo mientras se adapta a las realidades de un mercado global en evolución.
Este compromiso con la tradición, la sostenibilidad y la calidad garantiza que Chocolates La Locomotora seguirá siendo un referente en la industria chocolatera mexicana y una marca querida por generaciones.












