Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Carolina del Norte demuestra que una señal semafórica blanca adicional, destinada a los vehículos autónomos autoconducidos (AV), mejoraría enormemente los tiempos de viaje en las intersecciones con mucho tráfico.
¿Cómo funcionaría?
El sistema de cuatro semáforos propuesto funcionaría de la misma manera que los semáforos actuales, excepto por una luz blanca adicional que indicaría cuándo se detectan suficientes vehículos autónomos en la carretera.
La luz blanca indica a los conductores humanos que los coches autónomos de la intersección han tomado el control del tráfico mediante comunicación inalámbrica. Durante la «fase blanca», los conductores humanos deberán seguir al vehículo de delante, que les guiará eficazmente a través de la congestión.
La configuración de cuatro señales requiere que los AV se comuniquen entre sí y con la infraestructura semafórica. El color de la cuarta luz no importa, sólo está ahí para que los conductores humanos sepan qué hacer.
Más luces, menos retrasos
Las simulaciones por ordenador realizadas en el estudio demostraron que, a medida que aumentaban los AV, disminuían los retrasos. Sólo era necesario que el 10% de los vehículos de la intersección fueran autónomos para que los retrasos disminuyeran un 3%. Cuando sólo el 30% de los coches eran autónomos, los retrasos disminuían un 10,7%.
La inteligencia artificial es mucho más eficaz para dirigir el tráfico que los ciclos de parada y arranque de los semáforos actuales. Trabajando en colaboración, los vehículos autónomos pueden calcular la secuencia más eficiente para el tráfico, ahorrando tiempo y dinero a los conductores.














