Respirar en Nueva Delhi: cuando el aire limpio se vuelve un lujo inalcanzable

Respirar en Nueva Delhi: cuando el aire limpio se vuelve un lujo inalcanzable
Respirar en Nueva Delhi: cuando el aire limpio se vuelve un lujo inalcanzable

Vivir en Nueva Delhi significa enfrentarse todos los días al aire más contaminado del planeta. Afuera, nadie se salva; adentro, solo unos cuantos pueden darse el lujo de respirar mejor.

Mientras la mayoría batalla con niveles peligrosísimos de polución, un pequeño grupo de hogares ha buscado una alternativa: crear burbujas presurizadas de aire limpio dentro de sus casas, aunque esto cueste casi el 70% del ingreso anual promedio.

Nueva Delhi, una ciudad ahogada por su propio aire

La contaminación en India provoca cerca de 1.7 millones de muertes al año, según expertos en salud global.

Y la situación empeora cada invierno en el área de Nueva Delhi, cuando el frío y la falta de viento atrapan el smog tras la temporada de monzones.

Esta semana, el gobierno tomó medidas de emergencia:

  • suspensión de construcciones no esenciales,

  • prohibición de vehículos viejos,

  • y clases escolares trasladadas por completo al formato en línea.

En paralelo, la COP30 puso sobre la mesa una advertencia urgente: los “súper contaminantes”, como el hollín, están acelerando el daño a la salud pública y al clima.

No es de extrañar que muchas familias acomodadas hayan recurrido en la última década a grandes purificadores de aire importados de China. Pero incluso ellos se han quedado cortos.

La burbuja de aire de YOGA: una solución para pocos

Para quienes pueden pagarlo, una nueva tecnología promete interiores casi libres de partículas peligrosas.

La empresa Your Own Green Area (YOGA) ofrece la llamada Burbuja de Aire Limpio, actualmente instalada en unos 5 mil hogares del país, la mayoría en Nueva Delhi.

A diferencia de los purificadores comunes, este sistema trabaja desde el exterior de la vivienda:

  1. Aspira el aire contaminado.

  2. Lo filtra con mecanismos de alta eficiencia.

  3. Lo empuja hacia adentro de la casa para crear presión positiva.

El resultado: el aire sucio no puede entrar.

Clientes aseguran que los niveles de PM2.5 (las partículas más peligrosas), bajan casi a cero.

Aunque no existen estudios académicos que lo avalen, la experiencia práctica los ha convencido.

¿La desventaja? El costo. Instalarlo en un departamento promedio cuesta 1,900 dólares, en un país donde el ingreso anual ronda los 2,800 dólares.

Aun así, YOGA ha duplicado sus ventas cada año desde 2020.

Otras alternativas para respirar mejor

La empresa Breathe Easy también ofrece su propio sistema, el escudo anticontaminación VaaYoo, con un precio similar.

Durante años trabajaron principalmente en escuelas y centros comerciales, pero el mercado doméstico crece junto con la desesperación de los habitantes.

Ambas compañías planean versiones más accesibles y hasta dispositivos portátiles para quienes pasan el día en exteriores.

Un privilegio que divide

A pesar del tamaño del problema, la contaminación casi nunca aparece en las campañas políticas. Pero la molestia social aumenta.

Manifestantes con mascarillas tomaron recientemente la India Gate con carteles que decían “Hay veneno en el aire” y “¿Por qué respirar es un privilegio?”.

Y es que muchos indios no tienen opción de mudarse o invertir en tecnología.

Historias como la de Saptak, un niño de siete años que regresó a Delhi tras visitar el campo, revelan la realidad: al volver, le ardían los ojos y la garganta.

Su familia tiene un coche, un aire acondicionado y un purificador de 230 dólares… pero los filtros son caros y el aparato ya no funciona bien.

“No podemos permitirnos cambiar las máquinas”, lamenta su padre, un investigador de salud pública.

Respirar debería ser lo más básico.

En Nueva Delhi, se ha convertido en una batalla y, para muchos, en un lujo imposible de pagar.

Con información de Milenio.

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