UNAM ofrece ultra refrigeradores al gobierno para coadyuvar a la distribución de vacunas contra COVID-19

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha ofrecido al gobierno federal ultra refrigeradores para ayudar a la cadena de frío, necesaria para que se lleve a cabo la vacunación contra COVID-19 en el país.

Los ultra refrigeradores que ofreció la máxima casa de estudios, tienen una capacidad de cerca de 10,500 litros, lo que significa un almacenamiento de entre tres y cuatro millones de vacunas de la farmacéutica Pfizer y BioNTech, que requiere una temperatura de menos 70 grados bajo cero para mantener sus propiedades inmunizadoras.

Dichos ultra refrigeradores de la UNAM están localizados principalmente en la Ciudad de México y la zona conurbada, así como en ciudades como Morelia y Juriquilla en el estado de Querétaro.

Algunas de sus fuentes indicaron que durante una reunión con el subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Luciano Concheiro, y la secretaria de Educación de la Ciudad de México, Rosaura Ruiz, el rector de la UNAM, Enrique Graue, que la universidad estará lista para coadyuvar a las autoridades sanitarias del país en la jornada nacional de vacunación contra el COVID-19.

De tal modo, la máxima casa de estudios, ayudará con su conocimiento, infraestructura y el entusiasmo universitario.

El objetivo es que las universidades del país unan esfuerzos e integren una red de ultra refrigeradores que faciliten la logística de la cadena de refrigeración en México durante la campaña de vacunación.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una cadena de frío es un conjunto de normas y procedimientos que aseguran el correcto almacenamiento y distribución de vacunas a los servicios de salud desde el nivel nacional hasta el nivel local.

Dicha cadena de frío está interconectada con equipos de refrigeración que permiten conservar las vacunas a las temperaturas recomendadas para mantener su potencia.

La OPS señala que hay dos rangos de temperaturas para el almacenamiento de las dosis: primero están las vacunas que son sensibles al congelamiento y deben almacenarse a temperaturas entre 2°C a 8°C. Por otro lado, las vacunas producidas con sepas víricas y/o liofilizadas pueden almacenarse a temperaturas entre -15°C y -25°C.

En el caso de la vacuna de Pfizer, por tener un origen de ARN debe mantenerse a temperaturas aún menores para conservar su efectividad. Una vez que las dosis son entregadas a los puestos de aplicación deben ser conservadas en refrigeradores.

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