Imagen tomada de wwwhatsnew.com
La fiebre por la inteligencia artificial sigue marcando el pulso de Wall Street, pero la estrategia de inversión está cambiando.
En lugar de apostar solo por los grandes nombres del sector, cada vez más inversionistas están girando hacia el llamado negocio de “pico y pala”, es decir, empresas que proveen la infraestructura necesaria para sostener el crecimiento de la IA.
Este cambio quedó claro en 2025, cuando compañías ligadas al almacenamiento de datos, energía y cableado dominaron el índice S&P 500, mientras Nvidia perdió el liderazgo que había mantenido en años recientes.
Durante 2025, las acciones de Sandisk Corp. se dispararon casi 580%, convirtiéndose en el mejor desempeño del S&P 500. Western Digital ocupó el segundo lugar y Seagate Technology el cuarto.
A la par, empresas vinculadas al suministro energético y a la conectividad para centros de datos, como Amphenol, Corning, NRG Energy y GE Vernova, también destacaron entre las más rentables.
Este escenario contrasta con años anteriores, cuando Nvidia era una de las grandes protagonistas del mercado.
Aunque la firma de chips avanzó 40% en 2025, su rendimiento la colocó apenas en el puesto 71 del índice, reflejando que sus alzas ya no son tan explosivas como antes.
Para gestores de fondos, el mensaje es claro: la IA sigue siendo el gran motor, pero ahora conviene mirar más allá de los grandes proveedores de nube y fabricantes de chips.
Los inversionistas están encontrando mejores valuaciones y mayor potencial en empresas que se beneficiarán de los miles de millones de dólares que Microsoft, Meta y Alphabet destinan a la construcción de nuevos centros de datos.
Ahí entran en juego sectores como almacenamiento digital, construcción, energía y refrigeración especializada.
Wall Street espera que el sector de almacenamiento de datos mantenga su fortaleza en 2026, aunque algunos ganadores de este año podrían moderar su avance.
Analistas ven mayor margen de crecimiento en firmas como Pure Storage, así como en NetApp y Dell Technologies.
En paralelo, empresas dedicadas a la construcción y suministro energético para centros de datos siguen ganando atención.
Nombres como Quanta Services, MYR Group, Primoris Services y MasTec se perfilan como beneficiarios directos del boom de infraestructura.
También destacan compañías de cableado y energía, además de fabricantes de generadores y sistemas de respaldo.
Otro giro interesante es el de los mineros de bitcoin, que están redirigiendo su capacidad eléctrica hacia centros de datos de alto rendimiento.
Empresas como Bitdeer, Riot Platforms y Cipher Mining han visto impulso en sus acciones ante esta reconversión.
A esto se suma la creciente demanda de sistemas de calefacción y refrigeración para centros de datos.
Firmas como Vertiv, Eaton y Comfort Systems se mantienen en la mira por ofrecer soluciones clave para el funcionamiento continuo de la infraestructura tecnológica.
Aunque existen temores de que el gasto en IA pueda desacelerarse, el optimismo se mantiene.
Las grandes tecnológicas siguen comprometidas con la inversión, y eso mantiene atractivo el enfoque en las empresas que hacen posible esta expansión.
En resumen, Wall Street no ha dejado atrás la inteligencia artificial, pero sí ha ajustado la forma de invertir en ella: menos protagonismo para los gigantes y más atención a quienes venden los “picos y palas” que sostienen la revolución tecnológica.
Con información de Yahoo Noticias.
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