Un equipo de investigadores de la Universidad de Tokio encendió el entusiasmo científico al anunciar la detección de una señal que podría estar relacionada con la materia oscura, esa misteriosa sustancia que conforma gran parte del universo pero que nadie ha podido observar directamente… hasta ahora.
El descubrimiento se hizo a partir de los registros del telescopio Fermi de la NASA, que ha recopilado datos durante los últimos 15 años.
Al analizarlos, los científicos identificaron un resplandor de rayos gamma con energías cercanas a los 20 gigaelectronvoltios, justo en el rango que predicen las teorías sobre la aniquilación de partículas oscuras conocidas como wimps.
Una señal que coincide con los modelos teóricos
La investigación, encabezada por el astrónomo Tomonori Totani, sugiere que esta emisión de rayos gamma forma una estructura en forma de halo hacia el centro de la Vía Láctea, tal como se espera de la distribución de materia oscura.
“No hay otros fenómenos astrofísicos capaces de reproducir este patrón”, señaló Totani, quien admitió haberse sorprendido cuando confirmó que los datos encajaban: “Se me puso la piel de gallina”.
El estudio ya está disponible en arXiv y será publicado en Journal of Cosmology and Astroparticle Physics.
Pero la comunidad científica pide calma
A pesar del entusiasmo, varias especialistas han llamado a mantener los pies en la Tierra.
Francesca Calore, citada en NewScientist, considera que es pronto para sacar conclusiones: el modelo empleado necesita más pruebas y la señal no se ha observado en galaxias enanas, donde la materia oscura debería resaltar aún más.
La investigadora Silvia Manconi coincide y explica que el brillo detectado podría requerir un análisis más profundo de las fuentes galácticas conocidas.
Además, advierte que es necesario verificar si la señal se mantiene estable al ampliar el rango de observaciones.
¿Qué sigue para la materia oscura?
Otros expertos señalan que la clave estará en estudiar diferentes longitudes de onda y partículas como los neutrinos, para descartar procesos astrofísicos alternativos.
También proponen desarrollar modelos más precisos sobre el comportamiento energético de la Vía Láctea.
Por ahora, el hallazgo no confirma la existencia de la materia oscura, pero sí abre una puerta emocionante: la posibilidad de que estemos frente a la primera evidencia directa de algo que ha desconcertado a la ciencia por décadas.
Con información de El Confidencial.














