Un estudio reciente del NIST, publicado en The Astronomical Journal, acaba de poner sobre la mesa un detalle que podría complicar el futuro de la exploración espacial: el tiempo en Marte no transcurre igual que en la Tierra.
Y sí, eso es un problema mayor de lo que parece.
La investigación calculó con precisión qué pasaría si colocáramos un reloj atómico en la superficie del planeta rojo.
El resultado es sorprendente: adelantaría 477 microsegundos al día respecto a uno terrestre.
Es una diferencia minúscula, pero en navegación interplanetaria, comunicaciones y sistemas de sincronización… es enorme.
Pero hay más. Este desfase no es estable, porque la órbita marciana tiene variaciones que pueden alterar la cifra en hasta 226 microsegundos diarios.
Coordinarse entre Marte, la Tierra, la Luna y el Sol es, según el investigador Bijunath Patla, “un problema de cuatro cuerpos”, y eso vuelve el cálculo del tiempo aún más complejo.
Este comportamiento temporal se explica gracias a la relatividad general, que indica que la gravedad y la velocidad orbital afectan directamente cómo avanza un reloj.
Aunque para un astronauta en Marte un segundo se sienta normal, compararlo con uno terrestre muestra una aceleración ligera pero constante.
Cómo se realizó el cálculo del tiempo en Marte
El equipo del NIST definió un punto de referencia equivalente al “nivel del mar” marciano e incorporó factores como:
La gravedad local, que es cinco veces más débil que la terrestre.
La velocidad de revolución del planeta.
La excentricidad de su órbita.
Las perturbaciones causadas por cuerpos cercanos.
El físico Neil Ashby resaltó lo crucial de conocer estas variaciones: si tecnologías actuales como las redes 5G requieren precisiones de menos de una décima de microsegundo, imaginar un sistema de navegación en Marte sin estos datos sería casi imposible.
Un habitante marciano “ganaría tiempo”
A largo plazo, las diferencias se vuelven curiosas. Una persona que viviera 50 años en Marte regresaría a la Tierra casi nueve segundos “adelantada”.
No cambiaría su rutina, pero sí demuestra cómo la gravedad y el movimiento modifican el tiempo en formas que apenas estamos empezando a entender.
Como concluye Patla: “Es bueno saber por primera vez lo que ocurre en Marte desde el punto de vista temporal. Nadie lo conocía hasta ahora”.
Sin duda, este avance será clave para el futuro de la exploración humana fuera de la Tierra.
Con información de El Confidencial.












