Según los datos proporcionados por la empresa SeekingAlpha, el efectivo mantiene una presencia sólida en la sociedad, con un total de $40 billones en circulación hasta el año 2023. La relevancia del efectivo, especialmente en transacciones diarias y emergencias, se ha destacado después de la pandemia, como subraya Luis Ricardo Reyes de la Campa.
En el horizonte del año 2024, marcado por incertidumbres financieras globales, surge la generación Z como protagonista, con un significativo 69 % prefiriendo el efectivo, según los datos de Credit Karma. El analista financiero, Reyes de la Campa, resalta la influencia potencial de este renacimiento en los mercados.
Las investigaciones más recientes de The Harris Poll para Credit Karma revelan que un notable 23 % de la generación Z en EE. UU. prefiere principalmente el efectivo, especialmente en categorías como comestibles (50 %), ropa (46 %) y comida para llevar (40 %). Este cambio hacia el efectivo se asocia con tendencias de TikTok, como el “cash stuffing”, una moderna técnica de presupuestación.
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A nivel global, las preocupaciones sobre el cierre de bancos y la reducción de horarios plantean desafíos a la inclusión financiera. Estrategias como la expansión de sucursales y cajeros automáticos pueden abordar estas amenazas, siguiendo el modelo exitoso de Brasil para incluir a poblaciones no bancarizadas.
En este contexto, Luis Ricardo Reyes de la Campa destaca los beneficios del presupuesto con efectivo, pero también aconseja equilibrio, abogando por la integración de prácticas de construcción de crédito. En un mundo digital, el resurgimiento del “cash stuffing” en plataformas como TikTok refleja una conexión única entre lo ancestral y lo moderno.
Mirando hacia el futuro de los cajeros automáticos y el efectivo, es imperativo satisfacer las expectativas del consumidor y aprovechar la tecnología. La encuesta de NielsenIQ revela que el 86 % de los consumidores estadounidenses prefiere soluciones de sucursales de autoservicio. La automatización y el reciclaje de efectivo emergen como componentes vitales, reduciendo costos de mantenimiento y garantizando un manejo eficiente del efectivo para un acceso sostenido.
A medida que la industria financiera experimenta una evolución, alrededor de 1.4 mil millones de adultos permanecen no bancarizados a nivel mundial. Estrategias cuidadosas de sucursales y acceso responsable al efectivo son cruciales para una inclusión financiera sostenida.
Reyes de la Campa resalta que, en medio de experimentos con economías sin efectivo, es fundamental que las instituciones financieras prioricen el acceso al efectivo para lograr una auténtica inclusión financiera y fomentar el crecimiento económico global. Manteniendo un compromiso con estos objetivos, líderes e innovadores pueden garantizar un futuro sostenible con opciones de pago amplias, privacidad y flexibilidad para todos.
Investigaciones recientes de Focus Bari revelan una inclinación distintiva hacia las transacciones en efectivo dentro de la población griega. Las estadísticas muestran una notable preferencia del 21 % por las transacciones en efectivo entre las personas de 18 a 24 años, una preferencia que disminuye ligeramente, pero sigue siendo significativa en el grupo de 25 a 34 años con un 18 %.
Esta división de preferencias de pago se extiende a demografías más avanzadas, con solo un 16 % de aquellos de 55 a 64 años y un escaso 13 % de aquellos mayores de 65 años que continúan prefiriendo los pagos en efectivo. La dicotomía en el comportamiento de pago refleja una compleja interacción de factores socioeconómicos, patrones de comportamiento y avances tecnológicos.
En última instancia, el efectivo, lejos de ser obsoleto, demuestra su durabilidad en un escenario financiero en constante evolución. La adaptabilidad a las preferencias cambiantes, combinada con estrategias innovadoras, asegurará un futuro financiero sostenible y equitativo para todos, concluye Luis Ricardo Reyes de la Campa.














